Tu, mi musa,
mi exilio a la realidad,
Puedes
dirigir mi mundo con solo una palabra,
Puedes, con
un solo segundo de tu voz, enterrar en mí
La semilla
que creará mundos, historias, imágenes infinitas
A través de
versos vagabundos.
Puedes
decir, por ejemplo, “ventana”
Y yo te
hablaré sobre nuevos mundos vistos triste y melancólicamente
A través de
fríos y sucios cristales
Por seres
amorfos que lloran fuego.
Puedes
decir “locura”
Y te hablaré de tus besos
Escribiré
una metáfora para cada milímetro de tu cuerpo
Descifraré
cada sabor, contaré cada suspiro tuyo al hacer el amor
Haré de tu
saliva el mejor manjar o el más dulce veneno.
Puedes
decir, por ejemplo, “noche”
Y yo te
contaré de amantes, de poetas
De malos
sueños, de miedos,
De
vagabundos leyendo a Poe,
De
inmundicia, decadencia, de crímenes pasionales
Y flores, y
serenatas, y estrellas y cuervos y canciones a la Luna.
Puedes decir
“polvo”
Y te
recordaré nuestras raíces, nuestro retorno a lo en un principio fuimos.
Y te hablare
de libros olvidados en un rincón, de
pertenencias de seres del pasado,
De momias y
tesoros ocultos en un lugar de mi imaginación.
Puedes decir
“muerte”
Y yo diré :
lo único real desde que tú te has ido.