jueves, 20 de octubre de 2011

YO SABÍA

Yo sabía que en algún lado te encontrabas
Que la brisa que tu rostro mojaba
Fragante se evaporaba
Que mis palabras sin dueña
Con ansia esperaban tu llegada.

Yo sabía que en algún lugar
El reloj del tiempo
En tus manos se congelaba
Y las horas de tu ausencia escurrían inútiles
Hasta dividirse insignificantes en el suelo.

Yo sabía que existía
Ese rostro que aparecía borroso en mis sueños
Ese olor indescriptible que buscaba en los rincones
Esa silueta desconocida de la que hablaba en mis textos.

Yo sabía que esta espera
En tus ojos cobraría sentido
Y en tus besos obtendría valor
Todo lo anteriormente vivido

Que en el rio de nuestras pasiones por tanto reprimidas
Brotaría el árbol de un destino
Regalando frutos con sabor a porvenir.
Yo sabía que cuando llegaras, jamás te dejaría
Mientras solo existías en mi mente y en mi poesía.

CLANDESTINA

Tú violaste las fronteras hacia mis jardines prohibidos
Esquivaste a los guardianes enmascarados que protegían mi ego
Volaste sobre horizontes para nadie más permitidos
Clandestina vives en mi alma corrupta
Ese país que como pago solo exige tu permanencia
Donde trabajas administrando mi sonrisa y mi existencia.

UNA LÁSTIMA

Es una lástima que no estuvieras
En aquellos tiempos donde de cada noche
Nacía una tormenta
De cada susurro nacía un temor
En esos veranos en que mi alma era friolenta.

Es una lástima que no estuvieras
Cuando mis ojos al ver el mundo
Anhelaban llenarse de ceguera
Cuando la única luz presente en mi vida
Era la de aquel farol antiguo
Que iluminaba amargamente la plaza
De mis sueños carentes de colores.

Es una lástima que no estuvieras
Cuando mis lágrimas caían al suelo
Haciendo crecer bajo de mí la maleza
Que envenenaba un enfermizo universo
Infinito de negrura
Falto de tu grandeza.

¡Gracias por hoy estar aquí!