No sé si habrá amanecer,
tampoco se cuando me muero,
y lo único que quiero saber,
es saber que es lo que quiero.
A veces cuando estas más cercana,
tu mente se encuentra lejos.
Nos miran una estrella lejana
Y un universo de espejos.
Y yo te doy todo,
o al menos así lo siento,
mas tu me hundes en el lodo
y te marchas sonriendo.
No sé si tu corazón me ama,
pero a veces así lo reflejas,
y luego pasada la calma,
siempre vienen tus quejas.
No sé como decirte adiós,
pues mi alma no me lo permite.
Tu dices que existe un dios,
Tu inocencia a mi me derrite.
Mas sé que tengo que resignarme
a saber que no soy tu dueño,
amarguras, dolores y corajes guardarme
y vivir todo como un sueño.
No sé cuanto la inspiración durara,
pero si que cada poema es distinto.
Y sé que el sentimiento crecerá,
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