En las tinieblas de mí soledad
ecos resonaban distantes,
siniestras voces susurraban
infernales mandatos en mi oído.
Grite pidiendo auxilio,
buscando alguien me ayudara a salir de mi locura;
no hubo nadie.
Nada:solo niebla y sombras.
Con mis miembros demacrados,
mi mirada ya perdida,
salí arrastrándome por el suelo
buscando una mano amiga.
Nada:solo niebla y sombras.
La razón era cada vez menos lucida,
busque al menos una tenue luz que me guiara a la salida,
mas no encontré nada:
solo niebla y sombras.
Cuando pensé ya no había esperanza,
entre matorrales llenos de espinas
extrañamente encontré un viejo revolver:
tembloroso,lo coloqué frente a mi boca,
el miedo ya no existía.
!a duras penas pude jalar el gatillo¡
mi cráneo voló en mil pedazos
! el miedo a mi locura con sangre triunfo sobre mi vida¡
Y yo que nunca creí en el alma
mas que como un concepto,
permanezco aquí,por los siglos de los siglos,
un alma fatal,triste,perdida y deforme,
y no hay perdón ni escape.
Nada: solo eternamente niebla y sombras.
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